Veo en mi propia vida muchos matices que no acaban de estar en concordancia con la sabiduría del Profeta de Nazaret y que me transmite esa carta de amor que con los Evangelios. Es curioso que son muchos, y a veces distinguidos -jerarcas- que dan por sabido y asumido a Cristo. Sería interesante tener la publicidad de su "receta". Yo creo, sin embargo,que este punto del "saber asumir" tiene mucho que ver con el silencio. Sin silencio difícilmente se pueden escuchar las pisadas del Esposo entrando en el jardín...
Por eso, y porque hoy el silencio es muy difícil, pues vivimos en la sociedad del ruido, de las prisas, del tiempo sin tiempo que decía el Trapense Thomás Merton, nunca podemos considerar sabido y asumido el silencio, cuando sé que éste es una puerta singular a una vida más plena.
Y cuando descubro que son muchas las veces que me equivoco y hablo cuando tendría que callar, o callo cuando tendría que hablar. Es decir que soy consciente de que hay un gran desequilibrio entre el silencio y la palabra. Y que tiene como consecuencia una grave pérdida de calidad y de sentido de la palabra.
YOEL cg. Valencia