Queridos hermanos:
Hoy, en la misa dominical, con una iglesia abarrotada, pero con una media de edad de 60 años el presbítero en su homilía ha hablado de creer sin ver, muchas dudas tenemos, exigimos evidencias palpables para creer, Tomás así se lo exige a Jesús a lo que Jesús dice dichoso los que creen sin ver. Con ello está haciendo referencia a que la fe no se basa en evidencias palpables, se pueden dar argumentos racionales, pero también se pueden dar en contra. La fe se basa en el amor, en una experiencia de relación, de seguimiento y de fidelidad, sabiendo leer los signos de los tiempos y ver la providencia de Dios en los pequeños acontecimientos de cada día.
El presbítero también ha hablado de la presencia de los cristianos en el mundo, en la vida social etc. Estoy de acuerdo, muchas veces los creyentes nos sentimos acomplejados y no manifestamos nuestras creencias en público dejando nuestra vivencia de la fe al ámbito privado. Pero ante las palabras del sacerdote me pregunto ¿ qué tipo de presencia?. Esta mañana haciendo mi lectura espiritual leía un texto de Carlos de Foucauld hablando de su experiencia con los musulmanes argelinos, en especial con los Tuareg. Hablaba de la amistad, de la escucha, del compartir, de vivir con el otro, desde el encuentro con la persona en todas sus dimensiones y hablar de la fe, de Xto, cuando la persona, el interlocutor está preparado para escuchar una reflexión de la realidad de cada uno desde la experiencia de Xto muerto y resucitado, entonces es cuando debemos hablar, evangelizar compartiendo, encarnándonos viviendo desde el encuentro y no desde los conceptos y dogmas, dando cristazos por doquier.
Reflexionaba también sobre nuestra presencia como homosexuales, siempre hay reticencias debido la mayor parte de las veces al desconocimiento, abrámosnos al diálogo, al encuentro con la persona, hablando también de nuestra fe, entonces, esa es mi experiencia personal los esterotipos se caen y se derrotan perjuicios. También reflexionaba y me afirmaba en no permitir que debido a nuestra condición sexual nadie nos eche ni nos excluya de la vida de nuestra parroquias, no lo permitamos.
Para terminar, como anecdótico, al pasar por el parque, camino de casa estaba un grupo religioso en el parque estaba celebrando una eucaristía, la salmista, como suelen cantar los miembros de esas comunidades, desafinaba como un elefante. Ante tal desafine iba una familia andando paralela a mi y una joven de unos ventitantos años decía ¡ Qué voces, qué desafine, para tirarlos tomates¡ Con esto quiero decir que el evangelizar, el encarnarse ha de hacerse desde el silencio y desde el amor a aquellos que nos rodean y desde ahí se puede enseñar a Xto y su mensaje de salvación
Un abrazo
HILARIO