Al romper el alba, los monjes con el Abad Ferran al frente se dirigieron al aula capitular:
-La paz con vosotros hermanos, que tengáis mucha paz. Las arcadas románicas de esta sala,han escuchado durante muchos siglos la palabra Paz y la palabra amor. Pocas veces utilizamos la palabra miedo,valiente.
Jesús,después de la resurrección siempre se presenta dando la paz o pidiendo que no tengan miedo.
Toda espiritualidad que conduzca a la violencia o al miedo, no es verdadera espiritualidad. En el evangelio de Juan es el mismo Jesús quien comunica su Espíritu a los discípulos. A todos. Pero Tomás no estaba allí. cuando regresa y le explican lo sucedido no se lo cree. Reacciona como reaccionamos todos los que nos las damos de racionales: si no lo veo no lo creo. Pero en la vida hay cosas que hay que creerlas para verlas. Un ejemplo profano: el arte. Si el artista no cree antes en su obra no llegará a verla,porque nunca la realizará.
Jesús nos muestra sus heridas. Pero es la Fe la que nos hace ver que esas heridas son los pobres,los hambrientos,los perseguidos,los no queridos ni aceptados por la familia, en el pueblo...por homosexuales....Eso es lo que Él quiere que veamos. Sólo si curamos las enfermedades de nuestra alma y las de los que van encorvados por la vida con los mismos síntomas...,sólo en ese caso tenemos Fe. Porque es la Fe la que nos hace ver, la que nos cambia la vida. Es la Fe que nos hace ver a Dios en todas las cosas. Sólo así somos cristianos, seguidores del Profeta de Nazaret, escuchantes de su palabra.
fr. bernardo yoel c.g. Valencia