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Cuando nadie se acuerde de vosotros

(2 mensajes)
  1. hentai
    Miembro

    De vez en cuando entran por aquí "médicos" que pretenden curarnos.Yo creo que lo hacen porque creen que nos hacen un bien.Pura caridad cristiana.

    Pero la cuestión es que no teneis que curarnos ni ayudarnos en nada.En primer lugar porque no estamos enfermos y en segundo lugar porque nadie os ha pedido que nos "cureis".

    Si tanto quereis convencernos de que podemos salir de ese bailar el vals a la pata coja que es para vosotros nuestra orientación sexual,en primer lugar intentad salir vosotros de vuestro peculiar baile.Miraos en un espejo donde podais veros lo que sois realmente y entonces optar por dos decisiones: Aceptarlo y dejarnos en paz,y no aceptarlo y dejarnos en paz.Porque no se si os dais cuenta de que nadie se acordará de que hayais existido algún día ,pero seguirá el baile.

    Por cierto,el amigo de Cotelo que escribe por aquí,que le diga que es muy rebuscada y postiza su promoción de otra peliculilla suya en que nos intenta "defender". Comenzando de que no todos los gays vamos por la calle con tacones,peluca y maquillados.Que no sea tan antiguo...

    Publicado hace 9 años #
  2. ionath
    Miembro

    Hola Hentai, tienes razón, nosotros los homosexuales no somos el estereotipo que siempre han querido vender los que comercializan nuestras realidades - cineastas, escritores, cantantes y de más-, pero si somos objetivos nuestra misma comunidad gay ha contribuido a esta percepción errónea de nuestra naturaleza.. Hace unos días me encontré un video en la red y decidí escribir lo siguiente, y aquí se los comparto. Y perdonen ya que cuando escribo se que lo hago un poco extenso...

    “La que no es puta no disfruta”

    Así reza el coro de una popular canción que suena en los medios electrónicos de la radio, de la Tv. y de la internet. Debajo de este artículo les dejo el video coreográfico que monto un adolescente gay con la música y la tonada de esta seudo canción, y que me ha dado pie para escribir lo siguiente:

    Si hace treinta años me hubiese encontrado con una manifestación así de parte de un joven gay la hubiese justificado, pensando que al no tener la juventud LGBT un referente positivo para emular no le queda más que tomar a las trabajadoras sexuales, a las mujeres de cascos ligeros, a las zorras, en fin como queramos etiquetarlas; porque no existía nadie con proyección pública que fuera abiertamente gay o al menos nadie lo confesaba con naturalidad y si se daba esporádicamente no se le daba la difusión mediática de hoy.

    Los gay de generaciones pasadas transitaron sus infancias, sus adolescencias, sus juventudes, sin nadie a quien admirar que fuera como ellos. Sin nadie a quien poder poner como ejemplo ante los suyos cuando los marginaban, los maltrataban o los rechazaban. Sólo había “locas”, afeminados o travestidos marginales. Ni siquiera en las caricaturas tenían personajes de ficción a quien admirar y copiar. Generaciones relegadas a vivir su sexualidad clandestinamente, consumidas por los excesos, por el resentimiento, resguardadas por la oscuridad, víctimas de la desinformación, de la homofobia, de los aparatos represivos de los Estados, expuestas a las enfermedades y condenadas a la soledad, a la agresión, a la exclusión social y laboral si se atrevían a exponer su orientación sexual producto de la ignorancia, de la ausencia de solidaridad y cohesión de grupo. Generaciones intimidadas, invisibilizadas y sin voz.

    Al no existir públicamente un referente que mantuviera sus características de genero se prestó para la copia de roles, de comportamientos, de expresiones que se fueron visibilizando como un código gay mal entendido puesto no correspondía al arquetipo del homosexual sino a un estereotipo reforzado peyorativamente por las manifestaciones homofóbicas y transfóbicas de la hetero cultura dominante.

    Pero hoy existe un sin número de deportistas, de profesionales de todas las especialidades académicas, de políticos, de intelectuales de vanguardia, de artistas plásticos prestigiosos, de padres de familia que llevaron una doble vida, de creyentes, de ministros y de pastores de todas las denominaciones religiosas, de hijos de celebridades, de catedráticos, de jueces, de presentadores de televisión, de actores de cine y de teatro, de empresarios que orgullosamente han salido de la oscuridad del closet y han roto el silencio confesando su orientación sexual; aportando experiencias de vida valiosas sobre su que hacer diario que pueden servir de referente a nuestros niños y jóvenes. Inclusive existen listas en internet, se han publicado libros que recogen los nombres, las fotografías, los testimonios y las experiencias positivas de estos gays exitosos, conocidos, realizados e influyentes en el orbe.

    En buena hora, porque todos estos valientes que luchan por una vida digna y plena le significaran fuente de inspiración y de modelo a copiar para todos los que formamos parte de este mundo diverso sexualmente, donde hoy ya no es preciso etiquetar como heterosexuales, como homosexuales, como bisexuales, como transexuales, como multisexuales, porque entre más avancemos idealmente deberemos evolucionar hacia una sociedad donde no sea ya preciso rotular la inclinación o conducta sexual y donde los derechos sean iguales para todos sin que estos signifiquen el amenazar las libertades, los valores y los espacios de otros; porque la libertad de uno deja de ser libertad cuando se interpone a la de otro, cuando transgredimos sus espacios o violentamos sus derechos y/o irrespetamos sus valores no importa si comulgamos con su pensar, con sus creencias o con su actuar.

    Lo más triste de todo es que pese a décadas de batallas de los colectivos gay no hemos entendido que la lucha no es por libertad, no es por cambiar totalmente la sociedad, no es por la aceptación de un tercer género, ni por acabar con la distinción de géneros; sino por cambiar formas de pensar interiorizadas en el inconsciente colectivo tras siglos de dominación de ideologías retrogradas y arcaicas reforzadas a través de los mecanismos de dominación y socialización como son la religión y la educación preponderantes, reforzadas en parte por el actuar "ligero" de nuestra comunidad LGBT.

    Quizás la manera de visibilizarnos en las manifestaciones del “Orgullo Gay” que tienen gran cobertura mediática estén contribuyendo a esta forma errónea en que la sociedad heterosexual, nuestros niños y nuestros jóvenes LGBT estén percibiendo el mensaje de lo que es ser gay, y si al video me remito “ser afeminado, “loca” e incurrir en excesos porque las llamadas maliciosamente “putas” no tienen la culpa. Y si este es el ejemplo de vida que estamos dando con nuestro actuar de que ha servido tanta lucha, sino hemos sido capaces de que las generaciones presentes dejen de reproducir los errores de las generaciones pasadas y un estilo de vida desfazado e injustificado en tiempos de cambio.

    Hay un espacio y un momento para todo, si es carnaval, adelante, exhibamos las plumas, las lentejuelas, las tangas, el cuerpo aceitado y la "fiesta", pero si es reivindicar espacios y derechos hagámoslo dignamente como ciudadanos pensantes. No justifiquemos excesos con años de enclosamiento.

    Insisto los niños sobre todo aprenden y copian de los adultos, tengamos cuidado con lo que visibilizamos. Hagámosles más fácil el proceso de aceptación e inserción social a nuestros niños y a nuestros jóvenes con el aporte de patrones acordes a nuestra realidad y positivos a imitar.

    Para ver video posicionata en la dirección dale click

    https://www.facebook.com/photo.php?v=10152581823794171&fref=nf

    Publicado hace 9 años #

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