Hay situaciones que no podemos controlar y estallan. También en la actualidad incluso las más rigurosas mas estrictas y aisladas del "mundo". Yo creo que es imposible y no debemos enmendar la plana al creador. Somos seres sexuados y en determinadas edades volcanes y hay que aceptarlo y no neurotizarse. En épocas no muy lejanas sólo había un mandamiento y un pecado el sexto y el sexo. Las faltas de caridad en los monasterios a mi modesto entender choca con el Amor el mandamiento nuevo que no dio Jesús. La caridad y el amor estan por encima de cualquier mandamiento.
Luego de la "monición ambiental" Lectura de un fragmento de la Regla del fundador del monacato en occidente: parece sacado de una fantasía erótica. Un conjunto de hombres (de las mujeres no pongo nada, por que ignoro las normas de las monjas y su vida dentro del monasterio) que viven juntos,en comunidades, alejados del mundo y en total intimidad. La vida en los monasterios tiene muchos ingredientes para fomentar la homosexualidad entres ellos, y esto es algo que no se escapaba a los padres de la iglesia desde el mismo inicio de la institución. La Regla mas antigua, la primera que regulaba la vida en un monasterio mediaval, fue redactada por dos grandes santos en el siglo VI y entraba en detalles muy curiosos sobre cómo debían dormir los monjes. Nunca se habla de homosexualidad, o de actos impuros, pero ciertas precauciones no se pueden entender sin tener encuentra las posibles escapadas sexuales de los monjes y dejan muy claro cual es el temor del Santo Autor de la Regla.
El capítulo XII de la Regla se dedicaba expresamente a "como han de dormir los monjes". El primer punto ya es toda una declaración de intenciones; "Duerma cada cual en su cama". No parece que hubiera que insistir en este tema si no hubiera monjes interesados en dormir de otro modo. El punto tercero elimina cualquier posibilidad de intimidad. Nada de dormitorios individuales o con pocas camas y nada de que no haya alguien vigilando durante la noches; "Si es posible duerman todos en el mismo local, pero si el número no lo permite, duerman de a diez o de veinte, con ancianos que velen sobre ellos". "En el dormitorio arda constantemente una lámpara hasta el amanecer"
El punto cinco indica que " duerman vestidos, y ceñidos con cintos o cuerdas", ropas difíciles de quitar. Establece la obligatoriedad de separar las camas de los mas jóvenes, en el punto septimo: "Los hermanos más jóvenes no tengan las camas contiguas, sino intercaladas con las de los ancianos".
Estas normas inspiraron a todos los monasterios,pero fue el Emperador Carlomagno, más de doscientos años después, quien obligó a todas las órdenes de monjes de su imperio se rigieran por esta norma.
Todas las órdenes monacales posteriores se basaron en estos principios. Sólo se revisó la importancia que daba el texto original al trabajo manual (por lo visto en lugar de sembrar patatas, querían ser intelectuales),pero las normas de los dormitorios siguieron estando vigentes.
YOEL SHALOM. VALENCIA