Desde hacía meses, la policía estrechaba el cerco a Nicola, el sacerdote de 44 años de edad que usaba de nick el nombre del santo patrón de su parroquia en Messignadi, al sur de Italia. Nicola fue detenido este pasado viernes, 18 de diciembre. Se le acusa de presunta prostitución de menores y pederastia. El sacerdote Antonello Tropea mantenía relaciones sexuales en su coche y en su rectoría de Calabria con los jóvenes que contactaba a través de la popular web Grindr. Lo más indignante del caso es que una investigación de dos meses de escuchas telefónicas reveló que el obispo Francesco Milito, su superior en jerarquía y responsable directo, sabía de las actividades de Tropea pero prefirió ignorarlo y le aconsejó que “siguiera como hasta ahora y evitara hablar a la policía“. ¿Por qué no la Iglesia ni hizo nada, ni le apartó de sus labores a Tropea?. Basta recordar a Gino Flaim el párroco suspendido por decir: ‘Soy capaz de entender la pedofilia pero la homosexualidad no lo sé’

Las sospechas surgieron cuando la policía encontró a un hombre adulto en un coche con un adolescente en una zona aislada. Cuando le pidieron que se identificara resultó ser Tropea. El sacerdote era profesor de educación física y cuando fue detenido llevaba ‘objetos sospechosos’ en su mochila.

En un posterior interrogatorio, el menor declaró a la policía que Tropea le había pagado 20 euros por hacerle una mamada.

Según el diario La Repubblica, Tropea se enfrenta a una serie de cargos, entre ellos, por incitar a un menor a tener relaciones sexuales.

Imagen principal: Approdonews.it

Fuente Ragap

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